Aires nuevos para los negocios.
Cierto es que no corren buenos aires en nuestra economía,
y esto nos repercute en todas y cada una de las actividades comerciales.
Por ello hemos pensado en El Abanico.
Un artículo con aire fresco, que nos renueve y permita la entrada de nuevos clientes.
El Abanico utilizado casi desde sus orígenes, en antiguas tribus de las regiones más cálidas mediante el empleo de grandes hojas para refrescarse y ahuyentar los insectos.
Los Egipcios que por aquel entonces tenían sus problemas pero no como los de hoy día, utilizaban en sus palacios, modelos circulares de gran tamaño en los techos y fijos con plumas de aves grandes y mangos largos.
Los Romanos quienes lo apodaban flabelo, que era el nombre de una musca (mosca) lo utilizan para espantarlas.
En tiempo de Colón se sabe que trajo de su primer viaje a América un abanico de plumas a la reina Isabel la católica.
En Europa los abanicos desplegables que datan del siglo XVIII se fabricaron en varios países, España, Francia, Alemania empleando todo tipo de materiales en su fabricación para satisfacer la gran demanda como complementos de Moda y artículos publicitarios.
Hoy en el canal Promo-publicitario se emplea en campañas de verano personalizado mediante impresión en uno o varios colores o pintados a mano.
Se considera un artículo original, útil, bonito, de buen gusto y económico.
Las partes principales del mismo son:
Baraja. Base rígida que se pliega del abanico.
País. la tela que se adhiere a la baraja.
Los abanicos que no tienen país (tela), se denominan de baraja.
Varillas. Pueden ser de madera o plástico que puede ir también calada, pintada o natural.
Caberas. Son la primera y última varilla, más gruesas que el resto
Calado. Perforaciones o troqueles realizados sobre las varillas.
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